11 de septiembre de 2025

¿Cómo ayuda la actividad física a las personas con pensamientos al suicidio?

 



1. Mejora del estado de ánimo

  • El ejercicio estimula la liberación de endorfinas, dopamina y serotonina, neurotransmisores que generan bienestar.
  • Estos químicos alivian los síntomas de depresión y ansiedad, dos de los principales factores de riesgo para el suicidio.

2. Reducción del estrés y la ansiedad

  • La actividad física activa el sistema nervioso parasimpático, lo que ayuda a calmar la mente.
  • Contribuye a una mejor gestión emocional, reduciendo la carga mental que puede llevar a pensamientos suicidas.

3. Mejora de la autoestima y autopercepción

  • Practicar ejercicio regularmente fortalece la imagen corporal, la confianza en uno mismo y el sentido de logro.
  • Esto disminuye sentimientos de inutilidad o autodesprecio, comunes en personas con riesgo suicida.

4. Fortalecimiento de las redes sociales

  • Participar en actividades físicas grupales (como deportes, caminatas, clases) fomenta la integración social.
  • Sentirse parte de un grupo y tener apoyo social reduce la sensación de aislamiento, un factor crítico en la prevención del suicidio.

5. Estructuración del tiempo y hábitos saludables

  • El ejercicio fija rutinas saludables que dan estructura al día.
  • Ayuda a mejorar el sueño, el apetito y otros aspectos físicos que influyen directamente en el estado mental.

6. Distracción positiva de pensamientos negativos

  • Al enfocarse en el cuerpo y en la actividad, la persona puede romper ciclos de pensamiento rumiativo o autodestructivo.
  • Funciona como una forma de catarsis emocional o escape temporal del malestar psicológico.